Linares, 4 de Marzo de 2011
Ante la alarmante situación económica que padece la población de Linares -casi 8.000 personas en paro, el cierre de muchas empresas como "La Inesperada", Cablinsa, la misma Santana y casi todas las empresas del Parque de Proveedores, etc., los abajo firmantes, como continuadores de la acción pastoral de Jesús, que tenía predilección por los humildes y los pobres, queremos unirnos al sentir de tantos cristianos a los que representamos, y de todo el pueblo de Linares y manifestamos:
- Que nos sentimos solidarios ante el lamentable deterioro de la situación de paro y la precariedad laboral que sufre gran parte de nuestra Ciudad.
- Que no queremos quedarnos indiferentes ante las consecuencias de la actual estructuración social, que siempre hace recaer el peso de las crisis sobre sus miembros más débiles.
- Que creemos conveniente que se persigan las actuaciones de especulación, corrupción, explotación y economía sumergida que, con tanta frecuencia, aparecen en las relaciones económicas, políticas y sociales de la gente de nuestra querida ciudad.
- Que consideramos que no se debe echar la culpa de todo a una sola persona, grupo político o social, sino a la falta de valores humanos, fraternos y evangélicos, y al pecado estructural en el que todos participamos de alguna forma, mucho más las personas que tienen responsabilidad en la gestión de la autoridad política, económica y social.
- Que rechazamos el uso interesado que puedan hacer los diferentes grupos políticos y sindicales, a costa de la situación de necesidad, marginalidad y penuria que sufren los más afectados, unos tratando de desviar la atención y disfrazar la realidad, y otros diciendo que todo va mal.
- Creemos que el trabajo en condiciones justas dignifica a la persona, y le ayuda a prestar su servicio a la sociedad.
- Que a pesar de esta situación angustiosa para las familias más humildes (humilladas), tenemos esperanza:
- En la persona de Jesús y su mensaje profético, recogido en el Evangelio y en la actual Doctrina Social de la Iglesia, para superar esta situación.
- En la fuerza de los pobres, que con su fe y espíritu de sacrificio siempre han sido capaces de afrontar las más difíciles situaciones de la Historia.
- En que todas las personas, especialmente los cristianos, podemos combatir las raíces más profundas del mal que nos aqueja y aportar un sentido nuevo a la situación a la que hemos llegado:
- El egoísmo, con el Mandamiento Nuevo del amor fraterno.
- El individualismo de "sálvese el que pueda", con el espíritu comunitario de la Iglesia, el Cuerpo Místico que Jesús nos dejó.
- El materialismo, que pone los bienes instrumentales por encima de la persona, con la valoración de la dignidad de la vida, la persona humana y la familia.
- El abuso de poder, con la virtud de servicio, al estilo de los seguidores de Jesús, que “no vino a ser servido sino a servir".
- El limosneo y el subsidio, en ocasiones aparentemente necesario, con la superación y la estima de la dignidad humana de los hijos de Dios para luchar por el Reino de Dios y su justicia.
No queremos conformarnos simplemente con acompañar y ayudar en las situaciones límite de las familias. A nosotros no nos corresponde dar soluciones técnicas, políticas o económicas, pero desde la luz del Evangelio pensamos que habría que liberar recursos económicos que se almacenaron cuando la economía iba bien, con los beneficios que, aún en la crisis, tienen las entidades bancarias y ponerlos a disposición del empleo o en la creación de entidades de economía social.
Sabemos de la fuerza de la oración y animamos a todos a poner en manos de la Providencia estas situaciones injustas, y también bajo el amparo de nuestra Madre de Linarejos, para que ella nos dé luz, la fuerza y la esperanza que necesitamos para salvar todos los problemas que nos atañen.
Contad siempre con nuestro cariño, solidaridad y oración:
Todos los sacerdotes de Linares
