Ya hacía tiempo que la gente de la Parroquia deseaba encontrarse con el Obispo. El encuentro de una comunidad cristiana con el pastor siempre es un momento entrañable y una oportunidad extraordinaria para que todo el mundo pueda expresarse delante del que es el máximo responsable de una comunidad, el obispo.
Es muy común que haya gente descontenta, o también con motivos o deseos de agradecer, o con deseos de exponer su opinión sobre cualquier aspecto de la vida cristiana y hacerlo a otros niveles distintos a los que normalmente hacemos en la vida ordinaria. Este es un momento apto para poder hacerlo, aunque nosotros tuvimos el tiempo demasiado apretado. En cualquier caso, ha sido una toma de contacto con el obispo que valoramos muy positiva por varias razones: 1ª por la cercanía y la sencillez del obispo; 2ª porque ha podido constatar lo que hay por propia experiencia; 3ª no quisimos preparar nada para que todo fuera tal como lo vivimos día a día, por lo que han ido saliendo las cosas como venían.
Este 9 de Marzo del 2.010 amaneció muy soleado, pero con un buen nevazo, con lo que la parroquia se vestía de blanco para darle le bienvenida con un frío ambiental que fue contrarrestado con el calor humano y el cariño con que fue acogido por donde fue y a donde entró.
La primera visita la hizo a “LINARES ACOGE” (Mundo Acoge), en donde se encontró con los fundadores y con todos los que trabajan allí, que le estuvieron presentando toda la acción que llevan de acogida y ayuda a los inmigrantes y a chicas que trabajan en clubes. Es una realidad impresionante con la que se encuentran estas personas y que no aparece por ningún sitio.
La labor que hacen en Linares y en otros lugares no se podría pagar con todo el oro del mundo y, sin embargo, no hay presupuestos que respalden estas cosas y el trabajo que realizan estas personas.
La visita a los enfermos de la parroquia suele ser otra de las cosas entrañables, pues encontrarse con los que sufren siempre es una lección que deja huella. En ese contacto se aprenden muchas cosas y uno llega a valorar el don de la vida y la salud que Dios regala. Por otro lado, no se puede pasar de largo ante la vida de aquellos que gastan la suya al servicio de los que no pueden valerse por sí mismos.
Es digna de resaltar la labor de los visitadores de enfermos, que llevan la alegría y el consuelo estas personas.
La mañana entera se nos fue visitando enfermos y conociendo algunos aspectos de nuestra parroquia que era bueno que el obispo conociera de primera mano, para que nadie pueda decir que las conoce sólo de oídas.
Terminamos compartiendo la comida con las Hermanas de la Consolación, Belén, Laura, Carmen, Inmaculee y Mª Jesús, que nos invitaron a comer con ellas y, de paso, pusieron al día al obispo de su estancia en Linares, de su labor en el hospital, de la dimensión que han querido darle a esta casa, de su conexión con la comunidad parroquial, en la que se sienten y las sentimos, parte integrante de ella. Sin ella, sin ellas, la comunidad de San José no sería lo mismo.
Por la tarde se detuvo un rato viendo la CASA de las Hermanas de la Consolación, lo que significa y lo que hace dentro de la comunidad cristiana de San José.
Recordábamos los inicios de este proyecto de “Acogida” ante la negativa del gobierno de poner una ley que amparase a las mujeres que no quisieran abortar y la decisión del grupo de hermanas que había entonces, con Inmaculada Virseda a la cabeza, de abrir su casa y ofrecérsela a todas las mujeres a la que no se les diera otra alternativa que abortar, tratando de ofrecerles una casa y una familia que las acoge y las pone en disposición de salir adelante con su hijo.
En esta casa, con el equipo de voluntarias que pasan todo el día en ella y con todas las que se van turnando para todo el trabajo que se hace, se ha acogido ya a unas 50 mujeres con sus hijos. La gran mayoría ya se defienden por sí mismas y están sacando sus hijos adelante con toda dignidad. El obispo, enternecido con el último niño que ha nacido tuvo una expresión que queremos dejar aquí marcada: “Esto es lo más lindo que han cogido mis brazos”.
¡Y es así Don Ramón! Usted se quedó muy extrañado de ver lo importante y lo grande que es esta obra que todo el mundo alaba. Y es que todos se quedan con la misma impresión que usted, pero nadie deja que se le mueva el bolsillo para echar una mano ayudando a que esto pueda caminar. Si no fuera por el sueldo de estas hermanas que trabajan para que estas chicas puedan salir adelante, esto ya se hubiera cerrado hace tiempo.
La otra dimensión que tiene la casa, en la que también echan una mano algunos voluntarios, pero cuyo peso fuerte está en manos de la hermana Laura, es la labor de recuperación en los estudios de niños y jóvenes. Esta hermana está haciendo posible que un montón de jóvenes y de niños salgan adelante en su formación, evitando que se queden en la cuneta de la vida. Además, junto a la labor que hace con los niños, en paralelo va funcionando el apoyo que hace con los padres.
A las cinco de la tarde tocaba la hora del encuentro con el Consejo de Pastoral, con varios representantes de cada una de las áreas: EVANGELIZACIÓN- LITURGIA- CARIDAD- Y ECONOMIA.
José Ignacio, como representante del Consejo y miembro del área de Liturgia le va describiendo al obispo algunos aspectos de la celebración de la vida de la parroquia. Como él fueron contándole al obispo brevemente todo lo que van haciendo dentro de la comunidad los diferentes grupos que funcionan. Al encontrarnos todos juntos nos damos cuenta de que hay una gran cantidad de gente vinculada a la marcha de la parroquia, como quien tiene su hombro arrimado, sirviendo de pies y manos a Jesucristo, que es el que en definitiva se expresa a través de la vida de cada uno.
Posteriormente el obispo tuvo UN ENCUENTRO CON LOS PADRES QUE ASISTEN A LA CATEQUESIS SOBRE “EDUCACIÓN EN LA FE”. Quisimos hacernos presentes todos los que venimos haciendo la experiencia del camino de encuentro con Jesucristo, en la educación y en el diálogo de la fe con los niños. Son los padres que en paralelo con sus hijos van preparando los temas de catequesis que los catequistas desarrollan con sus hijos, pues entendemos que el catequista principal es el padre y que es en la familia donde la fe se comparte y crea el clima de encuentro con Dios. Los cuatro grupos que vienen asistiendo tuvieron la oportunidad de encontrarse juntos y exponer al obispo su experiencia.
Por último, el Sr. Obispo pudo encontrarse con todos los niños que están en la catequesis y que llenaron la iglesia a rebosar. Allí le dieron la bienvenida y pudieron conocerlo directamente ya que los niños tenían deseos de verlo en persona. Creemos que el encuentro de esta tarde les quedará en el recuerdo para siempre, como lo ha de quedar también para toda la comunidad cristiana de San José.
El encuentro terminó con la Eucaristía concelebrada con los hermanos sacerdotes Juanjo Juárez y Pedro Agudo (que hoy también celebraba su cumpleaños), Melitón Bruque y el Sr. Obispo. Terminó dándonos su bendición y encargándonos enviar su saludo a través de nuestro blog a todos los cristianos de Linares, de nuestra comunidad y de todos los lugares desde donde se conectan, a través de la red, con nuestra comunidad.
¡¡Muchas gracias, D. Ramón!! ¡Que Dios lo bendiga a usted también, que le de un buen espíritu para ser testigo de Jesús, y ojala lo podamos ver con más frecuencia entre nosotros, sin la necesidad de que sea con la oficialidad de una visita pastoral, para que pueda sentir el calor de una comunidad cristiana que vive, que se siente unida a la Iglesia universal a través de su obispo y que camina con esperanza.