Nos unimos a HOAC y a la Pastoral Obrera en el lamento ante la última muerte de un trabajador de la diócesis y en la denuncia de las condiciones laborales que han conducido a ella. Os dejamos aquí el comunicado que han elaborado al respecto.
El trabajo es para la vida
Volvió a suceder. Rafael Martínez Martínez, trabajador de la empresa de Jaén Toldos Hernández, murió el pasado 8 de Octubre, al caer del tejado, cuando realizaba tareas de limpieza del mismo. Tenía 50 años y deja esposa y tres hijos.
Son ya cinco, según las cifras oficiales, los trabajadores que se han dejado la vida en el puesto de trabajo en la provincia de Jaén en lo que va de año.
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera queremos manifestar ante la opinión pública lo siguiente:
Como trabajadoras y trabajadores, nos queremos unir al inmenso dolor de los familiares y allegados de Rafael, ofreciéndoles nuestra más fraternal solidaridad, y al mismo tiempo, expresar la rabia y la impotencia que sentimos, como personas del Mundo Obrero y como cristianos, ante esta cruda realidad que tan a menudo nos sacude. Nos solidarizamos porque el Evangelio nos lleva a ello: a mostrar nuestra cercanía y a tenerlos presentes en nuestras vidas y oraciones.
Según los sindicatos, todo indica que la empresa no tenía la prevención de riesgos laborales integrada en la actividad que desarrollaba en este caso el trabajador. Nadie puede mantenerse impasible ante tanta desgracia injusta, y la mayoría de las veces, evitable.
Creemos que mientras el trabajo humano esté sometido a la única lógica del máximo beneficio, mientras la productividad y la competitividad se logren a costa de degradar las condiciones laborales, los trabajadores y trabajadoras seguiremos pagando con nuestras vidas y salud la irracionalidad de este sistema de producción que padecemos.
Denunciamos la injusticia que supone encontrar la muerte en el puesto de trabajo, cuando el trabajo es para la vida. «Estamos frente a una realidad más amplia, que se puede considerar como una verdadera y auténtica estructura de pecado, caracterizada por la difusión de una cultura contraria a la solidaridad, que en muchos casos se configura como verdadera “cultura de muerte”. Esta estructura está activamente promovida por fuertes corrientes culturales, económicas y políticas portadoras de una concepción de la sociedad basada en la eficiencia». Evangelium Vitae nº 12.
¡DESCANSEN EN PAZ LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS MUERTOS EN SUS PUESTOS DE TRABAJO!
HOAC de Jaén (Hermandad Obrera de Acción Católica)
Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera
Jaén 11 de Octubre de 2012.
