La semana pasada se celebró en la Parroquia de San Agustín la primera de las ceremonias en las que un numeroso grupo de personas recibieron el Sacramento de la Confirmación. Habíamos pedido a alguna de ellas algún testimonio de su experiencia y he aquí el de esta joven valiente que nos lo regala.
Toda mi vida he estado viviendo en un ambiente cristiano que me han inculcado mis padres a través del bautismo y, cuando fui más grande, la comunión, pero, ahora ha llegado el momento de tomar mis propias decisiones, de aprender a ser yo misma y a cambiar mis pensamientos si es necesario.
Pero, aunque he crecido y he cambiado en muchos aspectos, sigo siendo la misma persona que cree que hay Alguien que piensa en mí, que me quiere, que está dispuesto a ayudarme y que dio la vida por mí. Por eso y por mucho más, he decidido seguir mi camino y, uno de los pasos que tenía que dar, ya lo he dado: confirmarme. Y aunque me puse nerviosa y tartamudeé, aunque me impresionó la multitud que ese día había decidido sentarse en el banco, estoy orgullosa de aquel día en el que decidí venir a catequesis y al Grupo Youcat.
He vivido experiencias inolvidables que nunca creo que volveré a vivir. He hecho amistades de todo tipo, he aprendido muchas cosas importantes que me ayudarán a no caerme con los obstáculos del camino y he recibido la ayuda de personas que sé que siempre estarán ahí. Y, aunque esto parezca una despedida, no lo es. No quiero decir un “Adiós”, sólo un “Hasta siempre” porque esto continúa… (este viernes nos volvemos a reunir).
Muchas gracias por todos los momentos juntos (y los que vendrán) y por haber sido encaminados hacia un futuro lleno de luz.
Ana María