Desde hace unos meses en que el nuevo equipo de Cáritas Interparroquial tomó posesión, queríamos hacer un huequecillo en nuestro blog para conocer a quien es su nueva directora, Mª Carmen Fernández Herrera, y que nos explique qué y cómo, para qué y porqué se ha involucrado en este proyecto. Nos ha salido esta entrevista.
Blogger: Bueno, Mari Carmen, si tenemos que empezar por algún sitio se me ocurre pedirte que nos hagas un breve perfil de tí misma: ¿qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
Mari Carmen: Pues te diría que soy MªCarmen Fernández Herrera, con la edad suficiente para darme cuenta de que DIOS ES LO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA. Estoy casada y soy madre de un hijo. Estudie Magisterio y después me quede en cuarto de Psicología, pues aprobé las oposiciones y empecé a trabajar como Maestra de Infantil y Primaria. Actualmente estoy en el CEIP “Jaén” . Pertenezco a la parroquia de Santa María y formo parte de Consejo Pastoral Parroquial, además de impartir Catequesis a los jóvenes que van a recibir el Sacramento de la Confirmación.
Hace ya bastantes años, en mi primer destino definitivo como maestra, me enviaron a un pueblo de Sevilla, y allí tuve mi primer contacto con las personas más desfavorecidas socialmente: ellos sin saberlo, me ayudaron a sobrellevar la separación de mi familia.
Ahora llevo casi dos años trabajando con un grupo de amigos que noche tras noche intentamos dar consuelo y ayuda a las personas sin techo. Aquí es donde verdaderamente te sientes útil y donde te encuentras con Cristo de cara, al mirar a estas personas tan agradecidas y solidarias.
B: Mari Carmen, los que conocemos esta institución sabemos hasta qué punto exige a quienes pertenecen a ella desde el punto de vista de la entrega personal. Entonces, ¿qué te animó a tomar las riendas de Cáritas Interparroquial?
M.C.: Trabajar por los demás es algo que siempre he tenido muy claro, pero es cierto que cuando me propuso D. Juan Raya, Delegado Diocesano de Cáritas, buscar un Equipo y ponernos al frente de Cáritas Interparroquial, me quedé un poco bloqueada, porque como bien dices supone una dedicación, responsabilidad y una entrega personal que cambia tu perspectiva de ver el día a día e incluso cambia tu forma de valorar las cosas; en definitiva, cambia tu escala de valores y necesidades. Hay personas que me han animado, otras que me han mostrado los inconvenientes, pero hay alguien que me dijo, vete ante el Sagrario y allí toma tú la decisión: es cosa entre tú y Él. Y aquí estoy, confiando en todo momento en su respaldo.
B.: Ahora que han pasado más de dos meses desde vuestro nombramiento como Equipo Directivo, ¿qué balance harías de estos primeros pasos?
M.C.: Este tiempo que ha transcurrido nos está sirviendo para ponernos al día en muchos asuntos. Hemos celebrado diversas reuniones con los voluntarios que trabajan en las diferentes parcelas de Cáritas, contactado con las personas que colaboran con nosotros, programado algunos pequeños proyectos que, si Dios quiere verán la luz a lo largo de este año. Y sobre todo y lo más importante, vamos conociendo a las personas que demandan ayuda de todo tipo.
El balance es positivo: aunque hay mucha burocracia, hay momentos y situaciones que compensan. Es muy gratificante cuando hablas con personas que necesitan algo de tí, ya sea que las escuches, que las comprendas, que la acompañes o que le ayudes económicamente… y sin saber cómo a la vez que tú le ayudas, ellas también te ayudan a tí: te hacen valorarlo todo, a mirarlo todo con otra perspectiva, en definitiva a sentirte cerca de Cristo…
B.: Desde el punto de vista de la acción de Cáritas, ¿cuál crees que está siendo el alcance de la crisis económica en Linares?¿Hasta qué punto habéis observado un incremento de solicitudes de ayuda y en qué apartados? ¿Ha cambiado el perfil del demandante de ayuda?
M.C.: Fundamentalmente la pérdida del empleo es la situación más dramática que desde Cáritas se ha detectado. Anteriormente la atención a las personas que de alguna manera eran atendidas en las parroquias, podíamos catalogarlas en la pobreza extrema por falta de recursos económicos, viviendo en una economía de subsistencia, con escasez de recursos y amparadas muchas en la pequeña venta ambulante y el trapicheo. La ayuda se podía soportar actuando directamente sobre la necesidad puntual de cada una de las familias atendidas: un recibo de luz, de agua, ayuda a la alimentación tanto normal como infantil, algún desplazamiento necesario... Estas personas estaban acostumbradas a mal vivir con pocos recursos.
Desde un tiempo a esta parte el demandante de ayuda ha cambiado significativamente por la lacra tan importante del desempleo y, sobre todo, porque se terminan los subsidios. Este perfil es completamente distinto, porque el demandante de ayuda se encuentra en una situación completamente distinta, no sólo ha perdido sus ingresos o se han visto reducidos entre un 60 o 75 %, en el mejor de los casos, sino que tienen un compromiso de pagos que las personas que se atendían anteriormente no tenían, dándose además la circunstancia que le ha cambiado la vida de una manera radical y están en un proceso de pérdida de su patrimonio y endeudados, con familias a las que no pueden atender. El incremento de embargos y desahucios es prácticamente la primera vez que se ha notado directamente en Cáritas, teniendo un gran problema con este tipo de ayudas, por la cuantía de las mismas y la perspectiva a medio y largo plazo para buscar una solución. Y tenemos que dar gracias a Dios, porque quien está soportando de una manera muy directa estos problemas son las pensiones de sus mayores.
Además, no es que el perfil haya cambiado, pues el anteriormente descrito sigue existiendo, sino que se ha incorporado un nuevo perfil más, difícil de solucionar por requerir más recursos, siendo la problemática radicalmente distinta y la actuación de Cáritas debe ser, si cabe, más acogedora y con un tacto especial, debiendo buscar nuevas formas para en lo posible acompañar y atender los nuevos retos que estas situaciones plantean.
B.: Y desde un punto de vista más global, no sólo relacionado con la ayuda que presta Cáritas, ¿cuál crees que debe ser el papel de la institución en relación a la situación actual?
M.C.: La denuncia de la situación en muchas familias que, por causa de la crisis económica, es desesperada. Además de perder sus empleos, están perdiendo su patrimonio: esto debe ser denunciable a través, no sólo de Cáritas, sino de toda la Iglesia, dado que están aplicando unas leyes, sobre todo en el mercado hipotecario, que serán legales, pero totalmente inmorales.
B.: Para terminar te dejamos “el micro del blog arciprestal” para que te dirijas a nuestros lectores y les digas lo que quieras.
M.C.: Desde aquí quiero dar las gracias, en nombre de todas las personas necesitadas, a todos aquellos que colaboran económicamente con nosotros. Es necesario la oración de todos, para que superemos esta situación social tan crítica que estamos pasando. Sabéis que el voluntariado es la base de Cáritas,por eso quiero animar a todos, jóvenes y mayores a dedicar parte de su tiempo (cada uno según sus posibilidades) a trabajar por los demás. Dentro de unos meses celebraremos unas jornadas destinadas a voluntarios presentes y futuros, donde poder conocer qué es Cáritas: su ideología, su modo de trabajar, la obtención de recursos…
Pedir también a nuestros gobernantes políticos, sean de la ideología que sean, que no vean en los ciudadanos un conjunto anónimo que se deja llevar por dulces palabras, sino que conozcan la realidad de cada uno con nombre y necesidades, y que se impliquen realmente en los problemas que existen.
Por último anunciar la próxima apertura de un Ropero Interparroquial situado a la vuelta de la sede de Cáritas Interparroquial (junto a la Academia CEDI). Necesitamos voluntarios para trabajar allí, ya que abrirá diariamente dos horas por la tarde. También necesitamos vuestra colaboración para llenarlo de todas aquellas cosas que no se necesitan, pero que pueden ser útiles a otras personas.