1. Destinar el 0,7% a la realización de programas desarrollados por entidades y ONG que se dedican a trabajar en el ámbito social.
2. Optar con el mismo porcentaje por el sostenimiento económico de la Iglesia Católica
3. ¡AMBAS OPCIONES!
4. Ninguna de las anteriores, en cuyo caso ese 1.4% va a parar a los Presupuestos Generales del Estado.
Así pues, marcar la casilla denominada “Fines Sociales” supone, no sólo favorecer a los colectivos más vulnerables, sino también decidir el destino de una parte de nuestros impuestos. Es decir, nos convertimos en contribuyentes activos y solidarios. Seguro que también te interesa saber que algo más del 40% de lo recogido gracias a la casilla de "Fones sociales" repercuten en organismos vinculados a la Iglesia que trabajan en proyectos sociales.
