El pasado 15 de abril tuvo lugar la charla-coloquio que la Asociación Linarense de Estudiantes Universitarios (ALEU) organizó invitando al matrimonio de misioneros jienenses Antonio García y Ana Cruz.
Es loable y felicitamos desde aquí a esta asociación estudiantil de la Escuela Politécnica por la iniciativa. A los que acudimos nos permitió conocer en persona a Ana y Antonio, a quienes ya conocíamos por la inmensa labor que están llevando a cabo en el Hogar de Belén, centro de acogida para niños en Ecuador.
Fruto de esta labor, muchos niños y niñas han tenido un hogar, en el sentido más pleno de esta palabra, mientras sus madres cumplían penas de prisión.
Pero la trascendencia de este proyecto que empezó en los años 70 del siglo XX ha sobrepasado las paredes del Hogar y, hoy por hoy, a raíz del éxito del mismo, todo Ecuador empieza a cumplir, porque la ley les obliga, con la atención a estos menores, para que no tengan que vivir en la prisión con sus madres. A eso se le llama ser sal de la tierra y luz del mundo.
También tenemos que decir que, a pesar de la magnífica iniciativa de ALEU de organizar el evento, fue sorprendente que a la charla sólo acudieran tres estudiantes, contando entre ellos al presidente de ALEU, que presidía el acto. Al parecer, para que los estudiantes acudan a un acto, o se les obliga, o se pincha un barril de cerveza para amenizar el acto. ¡Qué triste, ¿no?!
Os dejamos unas imágenes a modo de recuerdo del evento.